Monday, June 11, 2012

Templos de la ciudad

Cuando los rayos del sol de Junio se hacen presentes al  medio día en las calles de la ciudad.Buscamos un lugar fresco donde guardarnos por pocos minutos del agobiante clima que nos persigue sin piedad;podemos ingresar  al recinto más cercano y pedir permiso al Santo de la iglecía; haciendo una cruz invicible con nuestra mano derecha sobre el rostro y tomar cualquiér banca para meditar nuestra situación mientras contemplamos enormes murales  escapados de la biblía.Podemos quedarnos todo el día, pero nuestras actividades no nos permiten ese capricho.Así que nos ponemos de píe y mientras acariciamos el filo de las bancas volvemos a despedirnos en señal de cruz del Santo que nos ofreció su hogar cuando más cansados estabamos, tal cómo las miles o millones de veces  lo hicimos en iglecías humedas de ciudades europeas.

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