La ciudad ha crecido más que mí imaginación en la distancía.Caminarla es ya un calvario para mis inquietos pies.Le recuerdo hace 6 años cuando salí del país buscando un futuro mejor,la ciudad era compacta,tranquila,justita para la gente que le habitaba.Pero hoy que camino sus arregladas calles que no tienen fin me parece extraña y me brota melancolía urbana por no haber estado presente en su crecimiento.Quizá en estar tantos años en ciudades viejas cómo Madrid, Barcelona o Valencía,donde sus caminos ya no crecen y donde todos parecen vivir de lo antiguo y clásico,mi comportamiento tambien se haya marchitado y ma falte tiempo y juventud para volver a recuperar el ritmo de las ciudades mexicanas que siempre tiran hacía delante.
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